Cada mañana los ángeles de la tierra se reúnen a escuchar el canto del alba, entre ellos, había uno que dejó de asistir a tal evento.
"No escucho nada..." se disculpó.
No escuchaba la aurora desde que bajó a la tierra. Jamás volvería a escucharla, estaba esperando a alguien que jamás regresaría
"No puedo..." susurró para sí mismo.
No lo entendió, lloró y se volvió contra Dios. Dios lo relegó, le ocultó todo lo que le hacía feliz de ese momento. Tendría que entender que no podría verlo pero no lo hizo. Lidero la peor rebelión y con él trajo a la tercera parte de los ángeles del cielo, se alejó de su luz y con su mente entró en la de los humanos. Vivió del odio que ellos generaban, sería eterno, entonces, entre los humanos.
Volvió a verla, estaba frente a él solo porque ella lo había decidido. Alguno de los dos tenía que arrodillarse, no pudo ser, él de alta jerarquía y ella, creada por su mente. Sólo él, ella no viviría si no era a su lado, si no era por él pero sin caer de él.
Le llamó amor, le llamo pasión y le gritó dolor.
"No escucho nada..." se disculpó.
No escuchaba la aurora desde que bajó a la tierra. Jamás volvería a escucharla, estaba esperando a alguien que jamás regresaría
"No puedo..." susurró para sí mismo.
No lo entendió, lloró y se volvió contra Dios. Dios lo relegó, le ocultó todo lo que le hacía feliz de ese momento. Tendría que entender que no podría verlo pero no lo hizo. Lidero la peor rebelión y con él trajo a la tercera parte de los ángeles del cielo, se alejó de su luz y con su mente entró en la de los humanos. Vivió del odio que ellos generaban, sería eterno, entonces, entre los humanos.
Volvió a verla, estaba frente a él solo porque ella lo había decidido. Alguno de los dos tenía que arrodillarse, no pudo ser, él de alta jerarquía y ella, creada por su mente. Sólo él, ella no viviría si no era a su lado, si no era por él pero sin caer de él.
Le llamó amor, le llamo pasión y le gritó dolor.
(Escrito por Adrian)
Con todo mi corazón, te entiendo.
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